A principios del año 2016, escribí un artículo con el título: Introducing Giuliano Parisi: “el bop mediterráneo”, sobre el recién publicado disco del pianista italiano afincado, por entonces, en Alicante. Mi intención, más que acuñar una etiqueta, era justamente constatar una realidad: la entidad de un jazz mediterráneo. Fueron varios, por aquel entonces, mis caballos de batalla, ya que justamente acababa de publicar: Ximo Tébar. La guitarra del jazz mediterráneo (Piles 2016) a la par que acababa de presentar mi tesis doctoral: Tercera corriente jazzistica (third stream): influencia en el panorama actual del jazz en Valencia Aunque mi objeto de estudio era la existencia de una Tercera Corriente valenciana, este me llevó a descubrir un trasvase estilístico por un “Corredor Mediterráneo del Jazz”. Pues bien, evidentemente, no solo la “Third Stream” ha circulado por este corredor.
Giuliano
Parisi comienza a tocar a la edad de 7 años el pianoforte clásico consiguiendo
el diploma y master en Composición, luego diploma en pianoforte jazz siguiendo
clases magistrales de Barry Harris, Greg Burk, Paolo Tombolesi, Ettore
Fioravanti, Jerry Bergonzi, Antonio Ciacca, Andy Farber, Gregory Hutchinson,
Ruben Rogers, Rachel Gould o Joe Magnarelli, entre otros.
En 2009
trabaja como compositor y gana premios en prestigiosos concurso internacionales
(Ibla Competitions New York, Festival Lavagnino, TIM Competitions, Premio
Petrassi). En 2011 colabora con la Big Band del Conservatorio de Música de
Frosinone dirigida por el M° Roberto Spadoni montando un repertorio de chansons
françaises con arreglo jazz, con los que realizaría una gira, actuando en
varios teatros y en la embajada francesa en Roma.
A partir de
septiembre 2012 se traslada a vivir a Alicante (España), donde imparte talleres
de improvisación de jazz, arreglo musical y combo en el Conservatorio Superior
de música “O. Esplá” de Alicante, y colabora con la big band jazz del
conservatorio dirigida por Antonio Moltó. En octubre 2014 obtiene una bolsa de
trabajo de la comisión europea para impartir seminarios de jazz en este
conservatorio.
Actúa
regularmente con varias formaciones de jazz en España y Italia, tanto en jazz
clubs como teatros y auditórium, y ha tenido la oportunidad de compartir
escenario con músicos internacionales del jazz de la talla de Ángel Rubio,
David Harrington, José Luis Santacruz, Julio Fuster, Nelson de León, Pierre
León, Andrés Lizón, Curro García, José A. Bornay, Rene Dossin, Moisés
Berenguer, Ramón Cardo, Manolo Díaz, Valencia big band, David Cuñado, Antonio
Moltó, Luis Castellano, Rechel Gould, Jerry Bergonzi y Joe Magnarelli.
En 2015 lanzó su
CD Introducing Myself acompañado por Jeff Jerolamon a la batería y Julio Fuster
al contrabajo. Y, ahora, tres discos después, en 2019, su cuarto trabajo
“Blind Light”,
en el que podemos constatar, entre otras cosas la existencia y buena salud de
este “Bop mediterráneo” aludido en la cabecera del presente artículo.
El viernes 29
Teresa Luján presentó: El jazz moderno en
la España de los 50: Tete Montoliu “En defensa del bebop”. Esa misma noche
en la jam paralela al evento tocaba Fabio Miano Trio. Al día siguiente Christa
Bruckner-Haring presentó The Cuban Bolero
in Spanish jazz, básicamente una trascripción y análisis detallado de los
Free Boleros de Tete. Esa noche la jam estuvo a cargo de Albert Palau Quartet.
El Be-bop se
asentó en Barcelona antes que en ningún otro lado de nuestro
territorio. El joven Tete Montoliu, entró en contacto con Don Byas en el
año 1947, durante el cual Don, uno de los principales boppers del momento, se
instaló en Barcelona en casa de Vicenç Montoliu, padre de Tete y saxofonista
local. Más que un maestro, Byas fue para Montoliu, un segundo padre, sin
duda el introductor del bop en España.
¿Qué fue de la línea
histórica creada por Tete…? Puro Bop, tamizado por la luz del mediterráneo. En Valencia ésta tradición se asentó en los 80, en
el Perdido Club de Jazz como centro de referencia y difusión. El Perdido Club de Jazz abrió sus puertas el 13 de
noviembre de 1980 en la calle Sueca del valenciano barrio de Russafa. En el
Perdido se forjó la primera generación de jazzistas valencianos: el guitarrista
Carlos Gonzálbez, los contrabajistas Lluis Llario y Salvador Faus,
pianistas como Donato Marot, Joshua Edelman y Fabio Miano. Ésta tradición
del trio clásico de jazz mediterráneo, introducida por Tete Montoliu y
continuada en Valencia por Fabio Miano se trasmitió en la emergente figura del
pianista Giuliano Parisi y su Introducing Myself, y ahora se consolida en su nuevo trabajo Blind
Light.
En este nuevo trabajo, viajamos con una “luz
tenue” entre el Blues-Reading de Coscorrón, puro “Mediterranean Bop” ya desde el corte de presentación, al
Italian Latin Neo-Expresionista, más “Mediterranean
Bop”, esta vez a ritmo afro en Viatgem y Turkish
Vibes,
por los The Cuban Bolero in Spanish jazz, aludidos por Christa Bruckner-Haring en el tercer corte Ask Me Softly y el quinto The End of a
Love Affair, por esta aludida
herencia Neo-Expresionista del cine Italiano de post-guerra en cortes como: Absolution y Walking in the Sky, y con un par de piezas Neo-románticas,
totalmente cinematográficas en los cortes 5 The End of a Love Affair y
el 9 que titula el disco Blind Light. Y es que no
solo de Bop vive el hombre… y Giuliano se ha dedicado a componer música para el
cine, colaborando con Adan Aliaga, Benjamín Fernández, Mahal Aziz, Santiago
Gatto, Reyes caballero, Federico Lizón y Vicente Arenas.
En fin, si quieres saber
¿Qué es el Bop Mediterráneo?, escucha este nuevo trabajo de Giuliano Parisi:
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